El Restaurante El Centro, desde hace muchos años es un lugar de peregrinación de muchos curiosos y amantes de un paisaje único, de sus abruptas tierras, de su singular flora y fauna que lo rodean. Una serie de singularidades que hacen del restaurante, un espacio singular, valorado por personas amantes de la naturaleza, que día tras día pasean por el barranco de Guayadeque y hacen un alto en el camino para reponer fuerzas y continuar su ruta; o simplemente aquellos que saben que un encuentro en sus acogedoras cuevas con sus seres queridos, esos que también disfrutaron en su día con sus generaciones pasadas de la gastronomía canaria en nuestro restaurante, estará respaldado por la amabilidad y cercanía de su gente. Esto es lo insólito que tiene el restaurante, adaptación a los continuos cambios y necesidades del entorno sin cambiar esos rasgos que lo dibujan y recuerdan a lo largo de la historia. Una historia palpable en cada rincón del restaurante.

 

Los guanches, en épocas prehispánicas, eligieron este valle como lugar de asentamiento por sus cuevas naturales, que servían como refugio y almacén de alimentos. Su flora, con casi 80 especies endémicas, y su escarpada geografía, hacen del barranco uno de los símbolos de la isla de Gran Canaria.

 

Los orígenes del RESTAURANTE EL CENTRO comienzan en la década de los 80 cuando, siguiendo la sabiduría de los antiguos pobladores de la isla, se le da forma a una cueva originaria de los guanches hasta convertirla en un pequeño bar. Abrigada en invierno y fresca en verano, la cueva se convierte en el bar de encuentro para los habitantes de la zona y los turistas que se aventuran a recorrer los senderos del barranco. Su primigenia carta, entroncada con los orígenes gastronómicos de la isla basado en papas, aceitunas, queso y vino servían de acompañamiento a las tertulia, en los largos días de verano y las tardes húmedas del invierno.

 

Es en los últimos años de la década cuando la capacidad del restaurante se ve aumentada a golpe de pico y siempre, con la ilusión, superación y el duro trabajo para conseguir una meta que parecía casi inalcanzable, hacer disfrutar a todos los visitantes de un paseo a lo largo de la historia a través de un entramado de rústicas y elaboradas cuevas naturales, pensadas para la intimidad y comodidad de nuestros clientes; y que a su vez permitiera albergar a un gran número de personas.

 

En nuestros días, el restaurante posee una oferta gastronómica de más de 50 platos con un denominador común, la calidad de nuestras materias primas. Todos nuestros productos son elaborados artesanalmente y siguiendo las recetas de nuestros predecesores para hacer partícipe a nuestros clientes de la historia gastronómica de nuestra isla a través de su paladar.

  

Con esta web queremos sentar las bases de muchos más años de servicio e invitarles a degustar cualquiera de nuestros productos a la parrilla, nuestro galardonado cochino frito o simplemente un buen gofio acompañado de un vino de la tierra. Es nuestro particular homenaje a nuestra isla de Gran Canaria.